Cuídate
A todas las mujeres que sufren, pero a una en especial...
Ya no eres la sombra
que hasta ayer mecía mi luz,
ya no hay libertad en mi mirada.
Ahora que el mantel
ya no lo pongo para dos
me dices una vez y otra vez y otra vez
que no soy nada,
ahora que no duermo
porque no estás en mi cama,
empaqueto restos de tu voz.
Preparo café
como si fuera un día más,
me creo ser feliz otra mañana.
Entras al salón,
me miras con otro color,
lloras y me hablas
y tu llanto y tus palabras se me clavan.
Dices que no quedan milagros en la habitación
ni andares sordos de muñeca
que guardar en nuestro corazón.
Quizás un día halles la calma,
quizás si vuelves yo no esté en casa,
quiero que encuentres paz en el alma
aunque me cueste matar mis ganas.
Por favor, cuídate.
No consigo entender.
Por favor, búscate
¿quién habita tu piel?
Voy dejando gotas
de salud en cada rincón
recordando notas de tus manos.
Vivo de esperar
una llamada, una razón,
y solo escucho el ruido de mis pies
al alejarse otro peldaño.
Ahora que no soy
ni el menor de tus problemas
tengo que dejarte respirar.
Ahora que tu canto
va olvidándose de mi lunar
tendré que declararme en rebeldía
y ponerme a caminar.
Quizás un día halles la calma,
quizás si vuelves ya no esté en casa,
quiero que encuentres paz en el alma
aunque me cueste matar mis ganas.
Por favor, cuídate.
No consigo entender.
Por favor, búscate
¿quién habita tu piel?